La flota de telescopios espaciales de la ESA nos permite observar la Galaxia de Andrómeda, también conocida como M31, en diferentes longitudes de onda. La mayor parte de estas bandas de frecuencia son invisibles para el ojo humano, pero cada una de ellas desvela diferentes aspectos de la naturaleza de esta cercana galaxia.
La luz visible, la única detectable por nuestros ojos y por los telescopios ópticos en tierra, permite observar las estrellas que forman parte de la Galaxia de Andrómeda, pero constituye tan sólo una pequeña fracción del espectro de radiación electromagnética que nos llega desde la galaxia. El resto de frecuencias son invisibles para el ojo humano, pero no para los telescopios de la ESA.
Empezando por las bandas de mayor longitud de onda, el satélite Planck es capaz de capturar la radiación en microondas emitida por la Galaxia de Andrómeda, lo que permite detectar partículas de polvo a temperaturas extremadamente bajas, de tan sólo unas decenas de grados sobre el cero absoluto. Cuando las partículas están a mayor temperatura, se pueden detectar en la banda del infrarrojo gracias al telescopio espacial Herschel. Este satélite desvela cúmulos de polvo en los brazos espirales de la galaxia en los que se están formando nuevas estrellas.
La luz visible, la única detectable por nuestros ojos y por los telescopios ópticos en tierra, permite observar las estrellas que forman parte de la Galaxia de Andrómeda, pero constituye tan sólo una pequeña fracción del espectro de radiación electromagnética que nos llega desde la galaxia. El resto de frecuencias son invisibles para el ojo humano, pero no para los telescopios de la ESA.
Empezando por las bandas de mayor longitud de onda, el satélite Planck es capaz de capturar la radiación en microondas emitida por la Galaxia de Andrómeda, lo que permite detectar partículas de polvo a temperaturas extremadamente bajas, de tan sólo unas decenas de grados sobre el cero absoluto. Cuando las partículas están a mayor temperatura, se pueden detectar en la banda del infrarrojo gracias al telescopio espacial Herschel. Este satélite desvela cúmulos de polvo en los brazos espirales de la galaxia en los que se están formando nuevas estrellas.
Fuente : ESA (European Space Agency) ; Fecha: 28 de Abril de 2011;
Tomás Redondo Velo 1º "A"
Está muy bien que los telescopios de la actualidad ya puedan apreciar los diferentes colores/estados de la galaxia Andrómeda; y como son objeto de estudio los cúmulos de polvo en sus brazos espirales al formar nuevas estrellas .
ResponderEliminar-Tomás Redondo Velo 1º "A"
Esta noticia es muy interesante ya que podemos ver la belleza de una galaxia cercana a la Tierra. Sorprende los colores de esta gran galaxia que la podemos ver gracias a los telescopios que construyen el ser humano.
ResponderEliminarJordi Serafín Santos
1Bach A